CLICK HERE FOR BLOGGER TEMPLATES AND MYSPACE LAYOUTS »

miércoles, 4 de marzo de 2009

LAS LECCIONES DEL HOMO IBERICUS



Una de las razones por la que yo sería mi propio héroe es por haber aprobado unas oposiciones (amén de una carrera) estudiando a diario en la biblioteca de mi facultad. No hay que esperar a que llegue el buen tiempo para ver como ese templo de estudio y docencia se convierte en hervidero de señoritas de buen ver, tanto aborígenes como extranjeras, en un espectro que recoge desde la chica esa tan mona de clase hasta el bellezón sueco que entra por el pasillo como la valkiria que probablemente sea su antepasado...vamos, que a partir de Mayo no hay dios que estudie.

Desafortunadamente, la triste realidad y, más concretamente una de sus facetas, el paro, nos obligan a volver a peregrinar allí ad aeternum para enfrascarnos en un estudio menos ocioso y lascivo y más ascético.

En esas estábamos mi amigo el Sr.Hyundai (al cual mantendremos en el economato) y un servidor cuando en uno de nuestros obligatorios descansos, nos cruzamos con una monumental moza cuyas voluptuosas formas inevitablemente atraen nuestra atención con silencioso y discreto (bueno, más o menos...) pasmo.

Cuando todavía no nos había dado tiempo ni de discutir si a aquella señorita le gustará leer a Joyce o si prefiere a Woolf nos detiene un señor con sus buenos 60 tacos y pico encima, el cual nos detiene muy serios y nos pregunta si hemos visto a esa chica que ha pasado...

Por la expresión del venerable caballero, lo primero que pensamos era que dicha señorita era su hija y que nos iba a castrar en el acto. Errónea impresión la nuestra, pues el señor muy pronto nos lo aclara con inspiradas palabras:

-Ufff, vaya mujer, ¿que no? Imaginad que la tenía al lado en la clase...y a pesar de mi edad tenía el nabo asín!! (haciendo ademán con el puño levantado). Mira que pasa la edad pero esto se mantiene...que pedazo de jaca, por Dios!

Ante tan sórdido espectáculo no pudimos hacer otra cosa que reir con este personaje con risa de partida de julepe. Nos pega unas palmadas amistosas en espalda y cara (sí, una bofetada amistosa, supongo) y se larga no sin recordarnos:

-al Homo Ibericus no le detiene la edad, es algo que hay que mantener siempre!

El Sr.Hyundai y yo, alentados por su lección, nos alejamos reflexionando sobre la grandeza de nuestra raza. Era otro día de facultad...

1 comentarios:

kyomu dijo...

Un aura de sordidez te rodea, macho xD